En fin en esta vida a veces hay pequeñas cosas que sé que no voy a tener. Entre ellas está una cesta de navidad, por mi profesión es bastante raro que se estiren de esa manera ¡con lo que me gusta a mi abrirlas para ver que es lo que me ha tocado!. Otra pequeña frustración es no ser un poco más alta, a veces pienso que cuando sea una viejita me colgarán los pies cada vez que me siente en una butaca. Aparte esta tocar el piano, empezé de pequeña y desde que lo dejé siempre me hago nuevos plazos en los que volveré a tocarlo pero nada, si no es por una cosa es por otra, y ahí está el pobre muerto de risa. Y por último están las cosas que no he dicho, si lo pienso racionalmente creo que hice lo mejor, pero de vez en cuando revivo conversaciones y me imagino diciendo esa frase lapidaria y quedándome más ancha que larga. Menuda soy yo...